27 de marzo de 2010

ARGENTINA: El útero ¿legislado?

A PROPÓSITO DEL PROYECTO DEL FRENTE "CINICO" POR SANTIAGO DEL ESTERO
El útero ¿legislado?
Por Sol Bajar

En un acto de arrojo e hipocresía, diputados/as nacionales del Frente Cívico por Santiago del Estero dieron a conocer por estos días un proyecto de resolución que, encabezado por la firma del legislador Cristian Oliva, pretende limitar más aun el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos. Afirmando que el útero es el “primer medio ambiente natural de la persona por nacer”, el proyecto explica que nuestro órgano debe “gozar de la máxima protección” (...)

Así, la iniciativa que busca convertir “al útero femenino” en el único órgano humano con legislación propia no escatima esfuerzos para adornar de científico al retrógrado mandato episcopal según el cual las mujeres estamos llamadas a ser incubadoras sumisas. De nuestros deseos, aspiraciones y proyectos; de los riesgos psíquicos y físicos de las niñas violadas y embarazadas y de los abortos practicados en pésimas condiciones cuando no se puede pagar una clínica privada; de los despidos y maltratos que sufren las trabajadoras cuando los patrones se enteran del embarazo; de los abortos espontáneos y partos prematuros provocados por las terribles condiciones laborales; o de la imposibilidad de soportar un embarazo cuando no se tiene trabajo, ni casa, ni alimento, nada dicen estos fieles representantes de la Iglesia en el Congreso.

Muy por el contrario, los diputados y diputadas del Frente “CÍNICO” por Santiago del Estero desarrollan una repudiable fundamentación que abunda en citas de fervientes religiosos disfrazados de antropólogos y médicos, para finalizar proponiendo que se declare “al útero de la mujer y a sus órganos reproductivos, `ambiente protegido´” y se desarrolle “una campaña de prevención de la integridad del útero de las mujeres y de sus órganos reproductores (…) para mejorar la salud reproductiva y la de la persona por nacer.” Esconden así que lo que verdaderamente atenta contra la integridad y la salud de las mujeres es la ilegalidad del derecho al aborto, a la que hace años nos condenan la Iglesia, los funcionarios y políticos patronales, los gobiernos de turno y las instituciones del Estado. (Leer nota completa)