6 de agosto de 2009

Un fantasma asusta a monseñor...



Por
Andrea D´Atri*

Ya son conocidas las declaraciones de Héctor Aguer, arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión de Educación del Episcopado acerca de un material de formación en educación sexual y prevención del HIV/ SIDA al que tildó de “neomarxista”. Este folleto, destinado a la formación de educadoras y educadores, nada tiene que ver con el marxismo; pero recientemente encolerizó al monseñor quien considera que allí se entiende a la educación sexual como “la reivindicación del derecho de fornicar lo más temprano posible, y sin olvidar el condón.” Para Aguer, estos contenidos que se debaten terminan formando un tipo de educación que es “ajena a la tradición nacional y a los sentimientos cristianos de la mayoría de nuestro pueblo.”

Tradición, familia y sobre todo ¡propiedad!

¿Cuál es la “tradición nacional” a la que apela el purpurado? Resulta extraño que tan ilustrado monseñor no sepa que, en Argentina, sólo el 23% de la población frecuenta alguna iglesia, templo o lugar de culto de cualquiera de las religiones, mientras hay más de 2 millones y medio de personas que no creen en dios ni profesan ninguna religión.
Quizás se refiera a las “tradicionales” prebendas que el Estado le otorga a la Iglesia Católica y que no han variado, a pesar de circunstanciales enfrentamientos del clero con el kirchnerismo. Basta nomás recordar que la Ley de Educación Sexual vigente fue consensuada con la Iglesia. Y aunque cuestionan la educación laica, siguen recibiendo millonarios subsidios del Estado a su educación religiosa, mientras las escuelas públicas se caen a pedazos y las maestras y maestros cobran salarios miserables. (Leé la nota completa)

* Andrea D’Atri es dirigente nacional del Partido de los Trabajadores Socialistas(PTS) y una de las impulsoras de la agrupación de mujeres Pan y Rosas.